Paracetamol para el alma
Hace 1 semana
Erase una vez, un señor cargado de pequeños gatitos que se presento en la puerta de un colegio.
El señor ofrecía estos gatos a quien los quisiera, una chica acepto uno de ellos, la gatita que le dió era tan pequeña que se la paso por un hueco de la reja del colegio.
De esta forma trajo mi hermana esta pequeña bolita de pelos a mi casa, ahora la llaman Nia, y es toda adorable como podéis ver aquí, durmiendo en mi cama.
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